Las inserciones del individuo en diversas categorías sociales y su adscripción a distintos grupos constituyen fuentes de determinación que inciden en la elaboración individual de la realidad social, generando visiones compartidas e interpretaciones similares de los acontecimientos de manera que la realidad es de naturaleza social.

Particularmente, en la construcción del conocimiento intervienen diversidad de variables, las interacciones entre las personas es una de las más importantes y complejas debido a su carácter dinámico e idiosincrásico de los integrantes del grupo de referencia en cuanto a sus características subjetivas y objetivas. Además, dicha complejidad está dada por la opacidad inherente a las relaciones humanas y especialmente en los procesos de conocimiento, debido a que es difícil localizar los límites entre lo afectivo, lo cognitivo y lo cultural, ya que en estos se presentan simultáneamente: creencias, intuiciones, mitos, percepciones, resistencias, preconcepciones, nociones y concepciones de mundo y usos particulares del lenguaje de los sujetos, los cuales plantean retos en la comprensión respecto a las interacciones posibles de los sujetos con los objetos de conocimiento.